
Ha caído en mis manos un libro, el cual no tengo palabras para definir. Escrito por Marcelo Gutiérrez Quintero, se titula «Estancia en Tenerife y EL Hierro del médico Ruso EDUARDO DOLKOWSKY. No puedo considerarlo un libro de un tema concreto, pues va más allá de la biografía del médico ruso. Es casi una enciclopedia para estudiar la sociedad herreña de hace más de cien años. En El Hierro, como siempre he dicho hay célebres escritores, todos ellos nombrados en la bibliografía, donde se han hecho las veraces consultas en relación a su contenido. He quedado boquiabierta de la ilustración, así como el reflejo de literatos y poetas de la época, donde se hace un paseo por el alto nivel de los autores, para orgullo de los que vivimos profundamente la Canariedad. La vida y la obra humanitaria del Dr. Dolkowsky, es relatada con todo detalle. Cartas, publicacionesde todo tipo, fragmentos de archivo de las instituciones públicas, todo tratado con absoluto rigor. Si bien el personaje sujeto de esta bien tratada obra, es de total ejemplaridad, de alta sensibilidad y elegancia, así como practicante de la caridad y el servicio como hombre dedicado a la medicina, el autor, expone todo ello, con la fina sensibilidad de los poetas y venerantes de lo exquisito. El libro de tintes históricos, es una joya que todos los amantes del alma herreña, todos los que quieren profundizar en los entresijos de cada época y de cada paisano de esta isla, la última de cara al Atlántico y no por ello menos importante, deben tener como libro de consulta, una vez leído y releído, durante ese paso a paso de quizás años en nuestra mesilla de noche, pues es tal su densidad que da para todos los gustos de los lectores. Yo he empezado a degustar trozo tras trozo de estos textos llenos de contenido, pero me averguenzo, primero de no haberlo leído antes y segundo de haber tenido que posponer su lectura por problemas personales que no vienen al caso. Me causa hilaridad, ver circular libros por los cuales siento un gran respeto, pero que en comparación con esta obra titánica, son simples segundos en la eternidad de los tiempos, siendo esta obra ese prolongado vuelo en el que se ofrece un compendio del arte de hacer un libro muy bien tratado a todos los niveles, donde el autor se revela como un respetuoso observador, no sólo por su dedicación a los textos, literatura, minuciosidad en los datos históricos, sino además con el amor, la sensibilidad, la generosidad y la elegancia vertida en cada una de sus páginas. Felicidades, y pido perdón una vez más, por haber tardado tanto en regocijarme con esta gran obra. A veces la lluvia y el viento no nos dejan ver la inédita flor, que espera los rayos del sol para expandir su color y exhalar su perfume.
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