
Hoy me voy a referir a tres mujeres que me han devuelto la vida. Tres magníficas profesionales que me han permitido albergar todo tipo de esperanzas. Gracias a ellas, creo que podré ver mis sueños cumplidos, pues he dejado para la niñez o recién estrenada etapa de mi tercera juventud, las tareas que mayor placer me proporcionarán, que son las publicaciones (dos narraciones en concreto), referidas a Leoncio Morales Rodríguez, fundador de cuatro medios de comunicación en esta isla de El Hierro, el cual, como dice un colaborador de esta casa: «se ausentó» en la madrugada del 23 de Febrero del 2014, al que recordamos con todo el AMOR, con mayúsculas, y que sentimos, cómo nos inspira y protege a diario desde el cielo. Además, otra ilusión, mi compilación de poemas pasionales como soy yo, que si Dios quiere pronto verán la luz. Y como decía, estas tres mujeres, me han permitido con su buen hacer, mantenerme llena de vida y fuerzas. Las voy a nombrar por orden de aparición. La primera es Dª ROSA ESTHER RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ, la doctora que nos atiende a toda la familia y que descubrió en mí, la enfermedad que surgió como una sombra y que podría, a la larga, dar al traste con mis proyectos. Ella con su «ojo clínico» adivinó lo que me pasaba, a golpe de vista, algo que corroboraron todas las pruebas analíticas. En seguida me encauzó hacia las vías terapéuticas que yo necesitaba, nunca estaré lo suficientemente agradecida.. La segunda fué la cirujana Dª LUISA ELENA GAMBRA MICHEL, la cual me operó con su equipo,magistralmente, y que pude comprobar «in situ», lo experta y admirada que es, en el hospital Virgen de La Candelaria. Amable, cercana y muy eficaz, derrocha humanidad y coherencia en todo lo que hace, resolviendo cuantos problemas tenía mi organismo, antes, en medio y después de la operación, siendo dicha intervención precisa y exitosa, permitiéndome proseguir mi ritmo vital de persona activa e incansable. La tercera, Dª LIOBA FERRERA DELGADO, oncóloga, que con su sabiduría, su paciencia y simpatía, me aplica con su especialidad, no sólo el tratamiento preventivo, sino los controles adecuados, para que yo me sienta segura y confiada. Sé que todos los pacientes reciben el mismo trato profesional y humanitario, pero yo quiero mostrar con estas palabras mi admiración y gratitud de manera individual. En otro momento, nombraré a todos los profesionales que me han atendido, y al equipo de enfermería que me mantenían día y noche en el mayor confort antes y ahora, en cada una de las fases, rememorando hoy, la frase que pronunció una de ellas, en Radiología y que me hizo sentir super -importante, levantándome el ánimo y que decía algo así como: » Dios le da las peores batallas a los mejores guerreros » Algo que me hizo sonreír y constatar una vez más, la calidad humana de todos estos profesionales de la medicina que tenemos en el HOSPITAL UNIVERSITARIO VIRGEN DE LA CANDELARIA. Debido a la hiper memoria que me ha acompañado desde que nací, no me olvido de ninguno de los rostros que me han sacado adelante, con toda la amabilidad del mundo, a todos ellos y a la familia y amigos que me han cuidado tiernamente hasta la recuperación, millones de gracias y todo mi cariño.
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