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CALLES, PLAZAS Y SENDEROS. (I) por María Elena Moreno.

  • radiogaroecadenase
  • 5 feb
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 14 feb

Las calles están semivacías, transcurren los meses de Enero y Febrero, los meses de la "cuesta", las gentes sentadas en las terrazas frente a un café, con la bufanda en la boca, los clientes apenas mueven los ojos para saludar.

Una pareja inicia la rutina de búsqueda de apartamento, pero no lo encuentran, ya están desahuciados, pero no se pueden mudar. El dueño de su vivienda con un pie aquí y otro en el cementerio, quiere dejarle a sus hijos y nietos una vivienda vacacional. Casi a punta de pistola, sus descendientes obligan al viejo, pues quieren vivir de unas rentas sustanciosas de por vida, casi sin trabajar.

Más allá suena la pita del que quiere circular a velocidad, donde hay que ir a 40 por hora, porque quedó en el bar de la esquina, para un compromiso trivial, se detiene y te dirige palabras inconexas, ya que tu no puedes volatilizarte para que él pueda pasar. Otro se para para decirte que estás mal aparcada, prefiere entablar contigo una discusión, que meterse en sus propios asuntos, obviamente descuidados, es un desexperto más de la vida, un cuadriculado de la norma que él inflige, derrochando agresividad y mal gajo.

Más abajo, una mujer cascada por los años, protesta porque ladra un perro, pero deja que sus gallinas escapadas de sus gallineros te destrocen la huerta.

Los operarios de la limpieza, saludan muy cordialmente y en los supermercados la gente pierde capacidad de elección, se paran muchos minutos delante de la bollería para ajustar la compra a su escaso presupuesto.

Un francés saca fotos de la estatua de los carneros, mientras la dueña de una tienda se desaparece,



para desayunar, aprovechando la ausencia de clientes.

El ruido del helicóptero centra la atención de los paseantes, ¿son simulacros? ¿quién se ha perdido? ¿por qué tantas horas en la montaña?

La ambulancia luce sus destellos azules, recoge a una persona mayor, deshidratada por esos virus de estómago que la hacen vomitar. Casualmente su familia está de "viaje".

En el centro de la plaza huele a "churros" pero no son churros, son arepas, Hay que esperar a un evento de "pasacalles" para que vengan de fuera, los que hacen churros de verdad.

No me llaman mis amigos, están encamados, tras los eventos, fiestas y resacas, han pillado los virus del 2025.



1 Comment


Guest
Feb 05

Es un lujo leer a María Elena Moreno, sus descripciones dibujan la cotidianeidad como si fuera un cuadro de personajes variopintos, dejando al desnudo sus almas y todo ello con el sentido del humor que arranca sonrisas tan necesarias en este tiempo que nos ha tocado vivir. Mi admiración y enhorabuena a esta gran escritora.


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