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CARTA A SILVIO por MELVIN ZAMORANO

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Querido Silvio Rodríguez, compositor, cantautor e intérprete de diversidad de instrumentos, letrista e inigualable poeta en los dominios del habla hispano-americana: Eres como el Unicornio Azul, no hay dos. A propósito: ¿Quien no ha perdido un unicornio azul?, se pierde cada vez que se caen al suelo nuestras ilusiones, sin posibilidad de poderlas de nuevo recuperar. Estaríamos dispuestos, a veces, a dar la propia vida si pudiéramos sentir el olor, el sabor que emana del aliento de nuestro unicornio, su sonido, su tacto, pero el unicornio no vuelve, sin embargo lo esperamos una y otra vez, aunque una voz interna nos susurre en el oído del entendimiento, que no acudirá a nuestra llamada, sencillamente porque es inusitado, impalpable y por extraordinario, nos convencemos de que no nos pertenece. A veces hemos intercambiado contacto físico y espiritual con un unicornio azul, pero por ser tan sencillo y perfecto, no pensábamos que podía ser extraviado o que huiría de nuestro lado. ¿Por qué? No hablo de cualquier unicornio no, hablo de aquel que era azul y se acercó a nuestras vidas e igualmente rápido se fue…Aquel que nos enamoró como nunca lo habíamos hecho. Después descubrimos que todo era un sueño y que nuestro unicornio estaba en nuestros más sublimes deseos y aspiraciones. Caemos en la melancolía de la pérdida, porque proyectábamos en ese ser mitad espíritu, mitad producto de nuestra imaginación, todos los anhelos de acceder a su compañía. Tal es el espejismo que a todo próximo, de cualquier naturaleza, ya fueran familiares, amigos o amantes, le atribuíamos la esencia de ese ser que como paloma impoluta nos trajera mensajes de amor, lealtad, amistad y fidelidad. Se descubre el espejismo y sobreviene la melancolía. En ese momento echamos en falta lo que no era sino nuestra propia proyección. Nuestra parte noble, la que quiere amar sin condiciones, la que está venerando las cualidades como atisbo de eternidad. Entonces es cuando perdemos el unicornio. Pero como dice la canción, ¿qué estaremos dispuestos a pagar en recompensa si un día aparece? Y es que una entre 10.000 veces vuelve, una vez en la vida o dos, para los que tienen suerte, es difícil pero yo sigo esperando a mi unicornio.

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