CRÓNICAS PRETÉRITAS
Por Donacio Cejas Padró
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UNA CALLE DE FRONTERA LLEVA EL NOMBRE
DE CAYO ARMAS BENÍTEZ
El Ayuntamiento de La Frontera nos ha convocado esta tarde para asistir al acto de imposición del nombre de esta calle a Cayo Armas Benítez. Nuestro pueblo quiere con esta acción, que la figura del nombrado ocupe el lugar que le corresponde en la historia del municipio.
El Sr Alcalde, me ha honrado en la noble tarea de ser yo quien haga una semblanza más o menos resumida de la figura de Cayo, gracias por ese honor Sr. Alcalde, querido sobrino Pablo, de todo corazón muchas gracias de nuevo, espero poder expresar en breves palabras lo que nuestro pueblo siente en su corazón en fecha tan señalada.
Siempre se suele decir que todas las cosas que nos suceden a lo largo de nuestras vidas se debe a muchos factores, y entre ellos, también la suerte, la cual se sintetiza así: !”Estar en el sitio adecuado, en el momento oportuno” pues hoy yo me siento favorecido por la suerte, estar aquí en el sitio oportuno, donde se le pone a esta calle el nombre de Cayo, es para mi una gran alegría y una honra que se me haya elegido.
Queremos ser fraternales acompañantes de su familia, su esposa, sus hijos, su hermano, sus nietos y demás familiares, sabemos que desde el lugar que Dios le haya reservado en las alturas infinitas, hoy Cayo se sentirá complacido, al saber que precisamente esta calle que él hizo construir en su larga vida de hombre público, llevará su nombre para la posteridad.
No me resultará difícil hablar de Cayo, pues fuimos entrañables amigos desde el año 1,952 cuando junto a sus pàdres y hermano regresó de La Argentina y comenzamos nuestra andadura escolar en Las Lapas con nuestro siempre recordado maestro Ardevol, y esa amistad nos acompañó a lo largo de toda su vida, nunca discrepamos en nada, durante unos años me propuso para secretario del Consejo Regulador del cual él era presidente y lo acompañé muy gustosamente largo tiempo, y siempre en coincidencia y armonía en sus planteamientos y proposiciones.
Cayo y su hermano no emigraron como lo hicimos la mayoría de los jóvenes de nuestro tiempo, tanto él como su hermano Felo ayudaban a su padre en las tareas agrícolas en sus fincas, y a su madre en la tienda y el empaquetado de duraznos, queso y otros productos para la exportación.. Rafael salió fuera a formarse en agricultura y enología, y Cayo empezó a perfilarse como un representante de comercio de varias firmas de Tenerife y La Palma, y fallecido su padre D. Rafael, se inició en la actividad comercial, exportando e importando productos que vendía por toda la isla, tomando la representación de la marca Bayer que mantuvo durante varias décadas de años. Practicó de joven la lucha canaria, y de la mano de su gran mentor D. Matías Castañeda, entonces Presidente del Cabildo, se introdujo en el mundo de la política local e insular, y creo que fue en ese terreno donde Cayo se sintió más realizado, ocupando diferentes cargos, en distintas administraciones, logrando ganarse el cariño y la adhesión de buena parte de los habitantes de nuestra isla, para la que logró grandes avances que ahí están a la vista de todos, y que supusieron la transformación y el gran desarrollo de que hoy disfrutamos los herreños.
Cayo ocupó muchos cargos públicos, pero siempre me confesaba que de todos ellos, el que más satisfacciones le produjo, fue ser Alcalde de su pueblo, de este pueblo que hoy con este acto le devuelve en gratitud y sentimiento, sus gracias más expresivas a sus desvelos y realizaciones.
Pero es que Cayo sirvió a Frontera desde distintos ángulos, fue Presidente del Casino, Concejal, Alcalde, Consejero Insular, Presidente del Consejo Regulador, Vicepresidente de la Cooperativa, y algunos cargos más que siempre ostentó con humildad, sabiduría y talento logrando con su carácter
conciliador, arreglar situaciones complicadas que siempre se presentan en los pueblos.
En la actividad privada también fué promotor de varias empresas, en las que seguramente la más destacada será la perforación del Pozo de La Frontera que tan buenos servicios sigue prestando a nuestra isla.
Fue apasionado de los durazneros y de la viña, y para satisfacción de sus familiares y amigos, su hijo Cayo, residente en México ejerciendo con gran prestigio y reconocimiento sus funciones como enólogo, y que hoy ha querido estar presente en este acto tan merecido, también su querido hermano Rafael ha dedicado toda su vida profesional a labores de agricultura, y muy especialmente al mundo de la viña yel vino, ejerciendo como enólogo, de gran prestigio en El Gobierno de Canarias, y también aquí presente, también su yerno Andrés, funcionario de agricultura en El Cabildo Insular, se ha convertido en una referencia obligada en el mundo de la viña y el vino, con su preciosa Finca de El Pico, y que produce vinos de gran prestigio y calidad, habiendo recibido varios premios en certámenes insulares, regionales, y nacionales. Me cuentan también que su hijo ya cursa estudios de enología en la península, quiere esto decir que la herencia y la sombra del aquel gran agricultor y vinatero D.
Rafael Armas, se ha proyectado sobre esta querida familia a la cual hoy acompañamos con gran alegría y entusiasmo.
De ahora en adelante, las generaciones futuras, tendrán un motivo más para nombrar con respeto y admiración el nombre de Cayo Armas, esta calle hará inmortal su figura, y precisamente esta calle, que fué iniciativa y obra suya en su etapa de consejero del Cabildo Insular, creo que me dijo, que la misma se hizo sin proyecto, simplemente que con sus gestiones consiguió de los propietarios la donación de los terrenos, y con bastante discreción y casi con sigilo, fue destinando personal, cada vez que había oportunidad, y así logró construir esta vía, hoy tan estratégica y útil para el pueblo. lejos estaba Cayo entonces de pensar, que un día la misma llevaría su nombre.
Queridos vecinos, asistentes y amigos, hoy nuestro Municipio se viste de gala, está honrando la memoria de un ilustre vecino, que fué leal servidor público, vecino ejemplar, excelente hijo, esposo, padre y abuelo, y gran amante de su tierra a la que sirvió con gran desvelo y dedicación.
Querido amigo Cayo, fuiste un soñador para engrandecer tu pueblo, tuviste la suerte de ver realizados algunos de tus sueños, siempre me confesabas lo afortunado que habías sido fal formar equipo con D. Matías Castañeda, aquel gigante de la política, del cual,- siempre me lo decías,- tanto aprendiste. Fue D. Matías entre otras cosas, un gran patriota, como anécdota diré que en uno de mis viajes a Cuba, donde conocí varias de sus fincas, sus casas, su edificio Imacasme, visité su finca Perseverancia, y allí existe todavía la escuela pública llamada Ignacio Padrón, fundada por D. Matías para que los hijos de sus empleados tuvieran en la misma finca un centro de enseñanza financiado por su empresa, y los vecinos de Unión de Reyes, en su recuerdo agradecido, no han dejado que se le quite el nombre original, que corresponde al emigrante herreño D. Ignacio Padrón, natural de San Andrés.
D. Tomás Padrón sucedió a D. Matías Castañeda en la presidencia del Cabildo, y también me decías que tuviste buena sintonía con él y que se lograron muy buenas cosas para Frontera en aquellos años.
Luchaste durante años por la mejora de tu pueblo y de nuestra isla, te recuerdo en tu viejo coche Land Rover matrícula TF
609C, recorriendo todos los rincones del municipio y de nuestra isla, buscando soluciones que contribuyeran a elevar el nivel de vida de tu tierra. Me confesaste algunas veces, con cierta discreción, que en los años de la rápida transformación agraria y social de nuestro valle, de la cual tu te sentías protagonista activo, que algunas veces subías a la Montaña de Joapira, al rellano donde se para la procesión, para contemplar extasiado los rápidos cambios que se estaban experimentando en El Matorral, y así saciabas tu ingenuo orgullo pueblerino, así sienten los verdaderos patriotas, y tu lo fuiste, así debiéramos sentir todos los vecinos de Frontera. También me participaste tu gran pesar por que no se continuara con el proyecto de construcción de la balsa de cabecera en Las Longueras, sobre Artero, me explicabas tu los beneficios que ese embalse produciría para la red de riego de El Golfo, pues desde allí, se podría atender perfectamente
a los cultivos de la costa de Los Llanillos y Sabinosa, te empeñaste y se logró que El Cabildo comprara una parcela de terreno en esa zona, para construir esa balsa que serviría de apoyo a la Charca del Matorral, incluso creo que se elaboró el proyecto de la misma, y que se hizo parte de la conducción para elevar el agua desde la gran charca hasta la nueva a construir, tu considerabas esa obra de gran importancia para las zonas que se pondrían en riego, pero las nuevas autoridades insulares desecharon este hermoso proyecto, quiera Dios que algún día alguien lo reactive El Golfo lo necesita y lo merece.
La Asociación de Vecinos Piedra de Los Mocanes, en boca de su Presidente, el querido Pepi pero en representación de todos sus socios y vecinos de Los Mocanes, me ha hecho también el encargo de que en esta breve charla, resalte la gratitud y el cariño de esta asociación a la figura de Cayo, de quien, me cuenta, tuvieron todo el apoyo y la colaboración, apoyándoles desde su puesto en la administración, y en su condición de Vicepresidente de La Cooperativa,. cuando tuvieron la feliz idea de crear su Asociación de Vecinos que tan buenos resultados ha proporcionado a el pueblo de Los Mocanes y a todo nuestro querido Valle de El Golfo, cumplo gustosamente su encargo, y en su nombre transmito a sus familiares aquí presentes la satisfacción de ellos que muy gustosamente se han sumado a la organización de este acto, y en el cual han colaborado con mucho entusiasmo , como simple expresión de su eterna gratitud hacia Cayo.
No puedo, ni creo que debo, olvidarme en este momento de nuestro querido Maestro Ardévol, al que tanto tú como yo le debemos, pues con sus enseñanzas, ejemplos y consejos ayudó a tallar nuestra personalidad de hombres rectos, nobles y responsables, sin dobleces ni picardías para nadie.
Cayo, tuviste muchos méritos, y no será el menor de ellos el haber entrado en la historia de Frontera, de El Hierro, por la puerta del corazón, por la que transitan los grandes hombres, los grandes patriotas, y tu fuiste todo eso, para honra tuya, de los tuyos, aquí presentes, y de nosotros tus amigos fraternales que nunca te olvidaremos.
Honrar, honra, y hoy nuestro pueblo, nuestro Ayuntamiento,
Nuestro Alcalde Pablo con toda su corporación se honran noblemente honrando tu figura que será sin duda un referente moral para las generaciones que nos sucederán.
Me viene a la memoria una conocida poesía que dice así:
Cuando un amigo se va
queda un espacio vacío
que no lo puede llenar
ni todas las aguas de un río
Pues querido Cayo el espacio vac.ío que tu dejaste, se ha llenado sobradamente con el cariño y la gratitud de todos los que tuvimos la suerte de conocerte
Cayo estimado, honra a tu memoria.
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