Las reacciones del ciudadano de a pie no se hacen esperar. Frente al descalabro y la locura de las crisis globales como las sanitarias, ecológicas, económicas, bélicas y las concernientes de deshumanización, el hombre o mujer como individuos pensantes, toman sus propias decisiones. Las restricciones a nivel de nuestros bolsillos, no se hacen esperar. La persona acribillada por la crisis, se pone a leer y no gasta ni en viajes, ni en gasolina, ni en bares, ni en restaurantes, ni en ropa…Creándose el antídoto perfecto que lo destruye todo, aún más si cabe, pues rompe el ciclo de la normalidad en el comercio de bienes y servicios. ¿Quiénes son los responsables? Pues sin duda apuntamos a las grandes multinacionales, a los ricachones bajo el disfraz de filántropos, a los diseñadores a gran escala, que quieren transformar el mundo a su manera y poniendo en práctica las más caprichosas filosofías, como la creación de patógenos, la venta de armas y otras estrategias todo dirigido a reducir a la población más débil o envejecida. Escapan los rompetechos de los tebeos, esos que siempre tienen suerte y los que aplican la más estrecha austeridad rompiendo la cadena de ganancias dentro del sistema de la oferta y la demanda. Al final el caos está servido, sin poder contemplar en el horizonte ninguna solución que valga la pena. Como digo siempre: El planeta azul o joya del Universo conocido, está sufiendo malos tratos.
Comments