
Como Jesús, muchos de nosotros nos resignamos para cargar la Cruz, nuestra cruz. Seguimos viviendo aún cuando sabemos donde hay un Judas y aceptamos con gesto condescendiente que nos va a vender. Nuestros ascendientes ya nos advertían de pequeños ¡Si vas por ese camino, si no limas las aristas de tu personalidad, vas a sufrir mucho, cuando crezcas y te enfrentes a la sociedad! Y todo se me cumplió…¡Ya verás! Ya verás!…me decían. Y ya lo vi, lo vi todo y lo seguiré viendo. Tuve un jefe que me auguraba éxito, sólo por mi cara de mártir cuando me sometía a la tediosa tarea de rellenar fichas, y más fichas. ¡Que vería en mi pobre rostro y como traducía el rictus de mi sufrimiento!. El éxito aún no ha llegado… Mas, siento gustirrinín al encontrar frases cínicas, que nos retratan a todos en una u otra área. Es Confucio cuando dijo: «Los ignorantes que estudian sin provecho, los que no hacen el bien, los que no obtienen respuesta satisfactoria, no deben desanimarse, pues deben intentarlo todo mil veces para llegar a ser ilustrado y llegar a ser fuerte.» ¿Qué, te identificas? Yo sí. Me gustaba mucho Séneca cuando aludía a Sócrates, ámbos muy éticos pero también muy cínicos. Los dos dividieron a la humanidad en dos, la plebe y los sabios. Nosotros damos bandazos entre las dos aguas ¡qué cínicos! Adoro a los cínicos.
Comments