La falsedad proyectada en el mundo solamente consigue el desarrollo de discernimiento, nunca me ha servido de ejemplo. Mi memoria almacena hasta el infinito…La ambición ajena, el sadismo, la vulgaridad y la falta de talento, me causan vergüenza ajena, aunque no me sorprenda en absoluto, pues evocando a Nietzche, todo me parece «Humano, demasiado humano», sin embargo lo que más me causa hilaridad, es la pedantería y lo más que me revuelve el estómago, son los individuos/duas, que se creen superiores a los demás, aunque aparezcan ante nosotros con la más sibilina falsa modestia. No hay momento más placentero que pasar por un estúpido a los ojos de un cretino. De un natural excesivamente sensible, he de lucir varias condecoraciones fabricadas por mí mismo (pues nadie me las va a materializar) je,je. Pues he sobrevivido al arrogante envidioso, al necio sabelotodo, a los desexpertos habilidosos, a los/las guapitos/as narcisistas, a los devoradores de energía, a los santos putrefactos, a los «gilipuertas asesores» cargados de defectos, que como dijo Jesús en sus parábolas, aún no han quitado la viga de su ojo, para ver a quitar la paja en el ojo de su hermano. He sobrevivido a los ladrones asaltantes de mi hogar, a la burla y el escarnio, al acoso laboral, a los leguleyos, a los falsos profetas tibetanos, a los buscapleitos, y a los abusadores de los débiles. Todos ellos, me dejaron una cicatriz, desde la infancia hasta nuestros días. ¡Que alguien me preste el traje de Spiderman, Supermán, Hércules o Hulk, cualquiera de ellos me sirve, me resultará sencillo conseguirlos, pues ya se terminaron los carnavales!.
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