LA INGENUIDAD DE LAS FLORES

TODAS LAS FLORES SE VISTEN DE INGENUIDAD PORQUE NO SABEN NADA DE COLORES, Y ASÍ, EXISTEN PARA LA GLORIA Y LA ALEGRÍA DE LOS QUE SE INSPIRAN EN ELLAS. TAMBIÉN LOS LIBADORES IGNORAN EL COLOR DE LAS FLORES, PUES SÓLO SABEN INTERPRETAR EL AROMA DE LOS NÉCTARES ALMIBARADOS, QUE SE TRANSFORMAN EN MIEL. LAS FLORES SON EFÍMERAS EN EL TIEMPO, IGNORÁNDOSE A SÍ MISMAS, EN LA TAREA CONSTANTE Y GENEROSA DE SU REPRODUCCIÓN. LOS ÁNGELES JUEGAN CON LAS FLORES, PERO NO PUDEN SENTIR EL TERCIOPELO DE LAS COROLAS ABIERTAS A LA CALIDEZ DE EL SOL. SÓLO EL HOMBRE LAS PUEDE VER EN SU PLENITUD, OLER, TOCAR, ACARICIAR Y OFRECER EN GRACIAS, POR SER, POR EXISTIR, POR PRESENTIR. SÓLO EL HOMBRE PUEDE TRANSFORMAR SU ALMA EN UN JARDÍN DE CUALIDADES DE TANTAS TONALIDADES Y DULZORES COMO FLORES HAYAN BROTADO DESDE LA ETERNIDAD. CUIDEMOS A LOS HOMBRES TANTO COMO A LAS FLORES, LOS DOS GLORIFICAN DURANTE TODO SU TIEMPO A LOS OJOS DEL GRAN DISEÑADOR, EL QUE ALEJÓ EL FUEGO, EL VIENTO, EL HIELO Y LA OPACA LUZ, PARA QUE DESPERTARAN AL ASTRO REY, Y BOSTEZARAN EN UNA AURORA MÁGICA, POCO A POCO ABRIENDO LOS OJOS EN EL RECONOCER A LA MANO QUE LOS TRANSPORTÓ DESE LA INGENUA IGNORANCIA HACIA EL MILAGRO DEL AMOR. LA FUENTE DE MIRLENA