Uno de mis más carismáticos jefes, me decía, cuando alguien pasaba por su tamiz y no le convencía: Es un residuo insoluble. Para mí, era el peor calificativo. Pues bien, el otro día en una chuletada, salió el tema de los hombres aparcados. Una de nuestras amigas, por cierto, la que mejor cocina, ¡es una artista!, tuvo que ir a urgencias una semana atrás, con un ataque de nervios, por culpa de un desengaño amoroso. Se nos acercó en los postres, cuando ya tomábamos el café, se dirigió a nosotros, los que charlábamos de las trivialidades de la sobremesa, en los siguientes términos:- Eh! y si yo quiero encontrar un buen hombre, ¿que tengo que hacer? y le contestamos: -nada. -¿Cómo que nada? -Roberto, contéstale tú. -¿Yo?, a ver, Carmen, ¿qué quieres saber?…Estás queriendo encontrar una pareja donde no la hay. Tú sólo tienes que esperar al destino. -Quedarme quieta ¿No? -Pues sí. ¿Por qué? -Porque sí -¡Explícate Roberto! -Mira Carmen, a nuestra edad, que ya no somos unos adolescentes, dejémoslo en maduritos resultones, a punto de pasársenos el arroz, es muy difícil encontrar una pareja: ¡Fíjate! que digo, BUENA pareja con mayúsculas. ¿Ves todos los desparejados que se quedan en los pequeños yatecitos fondeados, en las rulots, en casa de su anciana madre, o en una pensión, hotel o apartamento?. Pues verás, sus esposas, parejas de hecho, amantes o lo que sea, ¡LOS HAN ECHADO! ¿Quieres tú recogerlos?. Te vás a quedar con un parado, maltratador, pendenciero de bares, tragaperreros y abandonadores de chiquillos…? ¡Por Dios Carmen! ¿Eso es lo que quieres?. .¡Fíjate! Cuando un hombre vale la pena, una mujer hace lo imposible por retenerlo, aunque le ponga los cuernos, no se deshace de él, ¿Tu quieres fabricar tu propia asociación protectora para inmaduros, fracasados, mentirosos e inútiles? -No, yo no. -Pues, venga a esperar tranquilita a que el cielo te lo mande…Y son quinientos euros la consulta, ja, ja, ja…. -Roberto, y todos ustedes son unos aguafiestas, cada día están más insoportables, me voy a chismorrear con las chicas, ellas no son cínicas y se puede mantener una conversación. Por Melvin Zamorano
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