PODRÍAMOS HABER DESCANSADO EN LAS NUBES, MECIDOS POR LA BRISA DEL ATLÁNTICO. JUNTOS, PODRÍAMOS HABER RECIBIDO LA CÁLIDA LUZ DEL SOL DE MEDIODÍA, AL SON DE LA MÚSICA QUE EMITE EL UNIVERESO CUANDO HAY SILENCIO CÓSMICO. JUNTOS Y ABRAZADOS, HUBIÉRAMOS SENTIDO EL LATIR DE NUESTRO PEQUEÑO MUNDO DE EMOCIONES, HUBIÉRAMOS ALCANZADO LAS TIERNAS CARICIAS DE DIOS, CUANDO SE MUESTRA INVISIBLE Y AMOROSO, FUNDIDO EN LAS NEBLINAS DE VERANO EN LAS LADERAS QUE REMONTAN HACIA ÉL. COMO PARDELAS QUE SE POSAN EN ALTA MAR, HUBIÉRAMOS RECIBIDO JUNTOS EL ALIMENTO DE LA VIDA, QUE AMANECE EN MEDIO DE LAS OLAS IMANTADAS DE SAL Y LUZ. ALIADOS FRENTE A LAS TORMENTAS DEL DESTINO, PODRÍAMOS HABER TRIUNFADO RECORRIENDO LOS CAMINOS DE LA PAZ Y LA ALEGRÍA. Y CÓMPLICES, HUBiÉRAMOS HABLADO COMO LO HACEN LAS COPAS DE LOS ÁRBOLES QUE CRECEN PRÓXIMOS, EN EL BOSQUE DEL REMANSO DE LOS SENTIMIENTOS ORIGINALES Y PUROS. NO FUÉ ASÍ, Y YO ME MUDÉ DE MAR Y DE BOSQUE, Y RECIBÍ EL ABRAZO DE DIOS EN SOLEDAD. ABRIENDO EL CORAZÓN A OTRAS LAURISILVAS, LAS QUE IBAN APARECIENDO DE MANERA SORPRESIVA, CUANDO CADA DÍA SE LEVANTABA EL TELÓN DE LA NATURALEZA, ENCENDIDA DE COLORES, UNAS VECES, Y EN LA SOMBRA REFLEXIVA DE LA MEDITACIÓN, OTRAS. PERO LAS ALMAS DE MIS MENTORES ESPIRITUALES, NUNCA ME ABANDONARON, Y ASIDA DE LA MANO BLANCA CON MILES DE SONRISAS A MI ALREDEDOR, AHORA SE ABRE UN ESCENARIO NUEVO PARA MÍ…
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