Cuando has sentido el cansancio, lo has ignorado y has seguido realizando tu trabajo de servicio. Cuando el dolor no ha impedido tu comportamiento espartano y has terminado tu misión. Si has vencido la noche de tormenta a la interperie y has dormido bajo La Luna, durante una espera incierta…Si has obviado tu voluntad hasta los límites de la muerte, para ver esbozada la sonrisa en los seres amados. Traspasaste las cenizas, pisado los clavos más ortigosos y virulentos de la naturaleza. Rebasado el hambre, la desesperación. Dejado pasar las horas en pos de la recompensa del deber cumplido. Cuando has tomado con alegría el fardo en tu espalda para trasladar el peso hasta ofrecer los dones y recoger la alegría de los inocentes pajarillos. Has mirado hacia abajo y pudiendo sentir las náuseas, al contemplar a los indolentes, los sensualoides, los vanidosos, los necios, fatuos y pretenciosos…Y tú sigues cabalgando, alado hacia el final del sacrificio, llegaste al umbral, a punto estás de traspasarlo. Estás investido de una fuerza mágica, leída con el código descifrado por ángeles. Has sido predestinado y envuelto en amor. Eres vínculo, herramienta, de principio a fin. Eres designio y obediencia, espada y resolución. Eres amado ilimitadamente. Eres grandioso y salvado. Posees la gracia, la sabiduría y la acción. Sigues al verbo y bebes de la alquimia más potente en el mundo multiple y dimensional, en el tiempo y en la forma,en lo tangible y en lo eternamente proyectado por la inteligencia inmortal. Melvin Zamorano
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